Lágrimas Penitentes

Lloran círios encendidos, lágrimas de cera viva,
¡Llora!, el nazareno afligido, por no verte tu carita,
llora aquel que te ve, porque ya no está en tu fila.

Y llora el que un año espera, y tu belleza encandila,
No es panorama luctuoso, más lágrimas son de alegría,
Que un entorno más hermoso no se creó todavía.

Paso a paso y junto a ti, ¡tú, soberana Sevilla!
Que alzando la vista al frente,Tu visión se desvanece,
Entre tumulto y mantilla.

Son de capa o de ruán, terciopelo o percalina,
Antifaz de los secretos, un buen cofre de por vida,
Nazareno o penitente, con melodía o silente
Y una saeta de altura…
Abrigada de espadañas, sacada de las entrañas
para la madre más pura.

Caminante de la fe, peregrino de promesa,
Sientes tu alma crecer y gozo es tu penitencia,
Paso a paso junto a ti,a compás de bambalinas,
Año tras año y aquí, porque no eres flor de un día.

Se abren las puertas del templo, regresa la cruz de guía,
Y llora hasta el llamador, que un capataz armonisa,
Dejando atrás una huella, de esperanza que camina.

Llora el que tanto te ha orado,
Lloran los lírios “moraos”
Y todo aquel que te mira

Lloran los círios candentes…
Lágrimas de cera viva.

DdS

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